- El Gobierno ecuatoriano (y dicho sea de paso la mayor parte de gobiernos de la región) están poniendo todos sus huevos en la canasta de la explotación de recursos naturales, con la finalidad de generar cashflow que les permita invertir en política industrial.
- La explotación de recursos naturales hoy en día no se enmarca en el mismo contexto en que se enmarcó el desarrollo industrial del siglo 18. Hoy hay derechos sociales, derechos humanos, instancias internacionales de defensa, comunicación de masas y financiamiento transnacional del activismo político. Es lo que suele llamarse política no gubernamental y es justamente contra lo que Rafael Correa se reveló en su último informe a la nación.
- La sostenibilidad del modelo de crecimiento de los gobiernos depende de la sostenibilidad con la que puedan desarrollar proyectos intensivos de explotación de recursos naturales -hasta que su política industrial despegue y gane autonomía. Todo lo contrario que la "remediación" para la que en estos días se anuncian incrementos de presupuesto.
El desafío:
¿Será qué el gobierno es capaz de estructurar un equipo y un sistema coherente y permanente para planificar, conducir, resolver y en última instancia, prevenir la conflictividad política y social que suele derivarse de los grandes proyectos de explotación de recursos naturales?
Se me ocurre que un gobierno tan preocupado por la comunicación como el que caracteriza a la dupla Correa-Alvarado es el que más probablemente montaría un esquema de esa naturaleza. Veremos.