miércoles, 30 de marzo de 2016

Crisis y legado

Un oleoducto explota, un camión se vuelca, una industria se incendia o un juicio se politiza. Las crisis organizacionales son inevitables y pasan todo el tiempo. Recordemos los casos Volskwagen o recientemente, el caso Samanes en Ecuador o el escándalo de las ligas de fútbol americano por ocultar las lesiones cerebrales de sus jugadores.  Llamamos crisis a los eventos que amenazan los activos, resultados o reputación de una organización.

Administrar una crisis es sobre todo aprovecharla, justo cuando todos los ojos están sobre la organización.  Los expertos identifican y atacan con sus clientes las falencias y oportunidades que salen a relucir. Esto incluye decisiones que tomarían años en adoptarse, pero que la crisis permite precipitar. Manejadas exitosamente las crisis contribuyen al crecimiento futuro de una organización.

Por eso debe interesarnos el recuerdo que queda en la memoria colectiva sobre una crisis y su manejo. Nuestra mente construye recuerdos y los organiza para consulta futura.  ¿No quisieran todas las organizaciones influir en el recuerdo que los empleados, socios o comunidad guarden sobre un episodio de crisis? Si pudieran hacerlo, ¿no sería una herramienta crucial para proteger valor y alimentar la reputación?

La teoría y nuestra experiencia concluyen que si se puede influir en la memorización de una experiencia. Entiéndase que nuestra memoria no es la secuencia de recuerdos de un período, como quisiéramos imaginarlo, sino una simplificación basada en dos hitos: climax y fin. Si la comunicación de crisis identifica y apuntala favorablemente estos dos momentos, el recuerdo que guardará la memoria del público sobre todo el episodio y su manejo será positivo.

La regla enunciada no es exclusiva al manejo de crisis; toda memoria humana funciona de la misma forma. Lo que me hace pensar en las elecciones de 2017 y cómo votarán los ecuatorianos. Sabemos que lo harán sobre la base del legado que su memoria registre del período Correa. ¿Cuál habrá sido el hito cúspide de estos 10 años? ¿Cuál será el hito que los electores asocien a su fin?


domingo, 27 de marzo de 2016

El elector ya cambió

Ecuador ya cambió fue un slogan que me impresionó desde su lanzamiento. Entró al ruedo mediático en 2015.  El Presidente lo usó en el octavo aniversario de su gobierno en enero y nuevamente para el día del trabajo. Luego fue convertido en campaña para enmarcar el Informe a la Nación del 24 de mayo: ahí cuando fueron propuestos los impuestos de herencia y plusvalía.

Anclados

El Presidente cita con cierta frecuencia su popularidad o la de su gobierno. La oposición hace igual citando a veces la popularidad de algún precandidato. Las cifras de ambos no coinciden. Distan, más bien, sirviendo de paso para justificar un par de descargas. No hay por qué culparlos; la culpa es nuestra por tomarnos tan en serio las cifras.

lunes, 14 de marzo de 2016

Mejores que un chimpancé

Hace pocos días fue liberada una nueva encuesta. Según los titulares que leí, le daba el liderazgo en las próximas elecciones presidenciales a Lasso, aunque fue su mismo autor el que dijo que cambiando ciertas variables, otros serían los ungidos. A un año de la elección, estaba difundiendo un estudio abierto para que cada quien encuentre lo que busca.
Dicho esto, cuando observas con paciencia, notas que son más los encuestadores que fallan que los que aciertan. Esta no es una observación mía, sino el consenso global en la materia: el gremio de los expertos que producen pronósticos se encuentra en crisis.