Esta semana que pasó fui invitado a una charla convocada por la Cámara de Minería del Ecuador.
El expositor era uno de los más reputados analistas económicos del país. Concuerdo con sus conclusiones económicas. Creo sin embargo que olvidó adentrarse en las condiciones que hacen posible que se den o no las consecuencias económicas que el anotó.
Primero, para llamarse riesgos y oportunidaded para la minería en Ecuador, la charla obvió por completo el aspecto político de esos riesgos y oportunidades. No se mencionó la política formal y el amplio margen de decisión que tiene el Presidente en el sistema político nacional. Tampoco fue mencionada siquiera la política informal, o no gubernamental, ignorando así el impacto que está teniendo el activismo político no electoral sobre la minería en la región. Peru, Colombia y Chile solo por citar los más cercanos, están sufriendo por llevar sus proyectos de extracción adelante sin tormentos.
Por último, los elementos de negociación que impedirían que gobierno e inversión privada viabilicen el inicio de proyectos de gran escala, según el expositor una suerte de barreras de difícil franqueo, resultan a la luz del análisis político simplemente nimiedades.
Si el gobierno requiere los recursos, cederá lo que sea necesario para cerrar los acuerdos. El premio se lo llevarán quienes hayan sabido sostener la negociación hasta entonces, al menor costo. La oposición interna a la minería está suficientemente desestructurada, y es de paso inexistente en los circuitos formales de la política, como para ser una consideración dentro del gobierno. Ojalá lo estuvieran más para ver como despunta una minería forzada a ser responsable más allá de las mejores prácticas convencionales.
Existen por ahí también análisis que alegan que el despegue de la inversión minera no traerá recursos importantes hasta dentro de mucho tiempo. Me parece incompleto análisis. Primero, el mensaje. La percepción es la estrella guía de la inversión y un mensaje potente de que se destraban las grandes negociaciones es un mensaje potente a favor de la inversión privada. Luego, la paulatina inversión en logística, servicios, etc. no es negligible en una economía que debe evitar ralentizarse. Finalmente serán, quizá en un mediano plazo si, las divisas por exportación de la explotación minera persé.