sábado, 19 de noviembre de 2016

Transiciones electorales

El 28 de noviembre de 2016, en plena campaña electoral, el Magap tendrá que empezar a verificar que las tierras rurales cumplan con su función social y ambiental, resolviendo qué propietarios lo hacen y cuáles no.
Supongo que la tarea será desafiante justo en días de hacer alianzas electorales, en especial porque desde el último proceso electoral Alianza PAIS pareció convertirse en una fuerza esencialmente rural.
Hay que recordar que el concepto de función ambiental y social de la tierra siempre estuvo presente en la legislación agraria ecuatoriana. Lo que hizo la Ley de Tierras publicada en marzo, de la que he tomado el plazo citado, fue disponerle al Magap que reglamente pormenorizadamente el concepto. ¡Ah! Y que controle su cumplimiento, sancionando hasta con expropiaciones a quienes no respondan a las definiciones que conoceremos en pocas semanas.
En la disposición transitoria XIV la ley prevé el mismo plazo para la publicación de un Registro Nacional de Tierras y con él lo que se entenderá por “latifundio”. Aunque el término es conocido en el lenguaje de las pugnas políticas agrarias, la ley limita su uso, según el artículo 110, a las tierras de cierta extensión, que será distinta según las regiones, cuando no se encuentren eficientemente aprovechadas. He allí otro importante criterio que tendrá que ser definido.
El mismo 28 de noviembre vence también el plazo para que la Junta de Regulación y Control de Poder de Mercado reglamente en coordinación con el Magap lo que será considerado concentración de tierra rural.
Es de suponer que aquello será para que la Superintendencia correspondiente intervenga.
Hasta yo me sorprendo de no perder mi capacidad de sorprenderme. Aún en el siglo de las ciudades y a diferencia de los países vecinos, solo 40 % del electorado nacional está concentrado en las cinco ciudades más pobladas. De allí que la coincidencia de los plazos de reglamentación de la reciente Ley de Tierras y su implementación, control y sanción, no solo serán un desafío u oportunidad para Alianza PAIS sino para todos los interesados en las próximas elecciones.

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