El caso Enchufe TV vs. El Chavo del 8 es hasta ahora el mejor PR Stunt del año. Haber logrado mezclar su marca con uno de los personajes más emblemáticos de la cultura latina es, por decir lo menos, un éxito. Es a tal punto un mísil de artillería comunicacional que en menos de una semana, ya copaba la agenda mediática generalista, ni se diga de los medios para los cuales su funcionalidad reportaba beneficios.
El Comercio dedicó el fin de semana más de tres notas (he aquí una) a atender a este grupo que, dicho sea de paso, ha estructurado a lo largo del tiempo alianzas supremamente importantes para su posicionamiento con algunos de los players de la influencia mediática ecuatoriana: El Comercio, Ecuavisa, y por que no decirlo también, el holding mediático gubernamental.
Supongo que, venido el momento, la polémica pudiera degenerar en algún riesgo judicial. Estoy seguro que con la experiencia que tienen están perfectamente asesorados sobre las implicaciones que tiene su stunt desde el punto de vista de derechos de autor, copyright y de libertad de expresión. Si bien es un caso de estudio, creo que es todavía un caso on the making.
Si ellos no lo están viendo así, estoy seguro que los medios que le han dado la cobertura que le han dado, están esperando que los resultados internacionales de esta polémica puedan ser luego traspuestos a la realidad nacional, donde el debate sobre libertad de expresión se ha vuelto tan crispado. Casos como el de Bonil pueden imaginarse fácilmente re editados de una u otra forma según sí Chespirito y CIA. se "quedan fríos" o buscan aplicar alguna ley para frenar lo que, vamos, por no tratarse de un tema de legitimidad política, sólo puede a estas alturas aportar a la exposición de marca.
Apuesto a que no pocos quisieran que esto se convierta en una oportunidad pedagógica que oponerle al poder. Y está bien.
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