Contratando cabilderos algunas compañías de tecnologia están liderando un novel movimiento de *quite* al regulador. Como lo reporta NYT, últimamente varias empresas jóvenes -principalmente start ups tecnológicos- se han replanteado sus estrategias a fin de evitar que las tradicionales preocupaciones de interés público se cristalicen en controles o normativa a sus innovaciones. Y ese es precisamente su propuesta final: parar en seco al regulador porque la burocracia mata la innovación.
Su vocería y su estrategia de negociación están construidas en varias etapas. Primero la inaplicabilidad de las normas existentes e incluso acusaciones en el sentido de que la autoridad estaría sobrepasando sus facultades. Estos son obviamente argumentos que para el balance de poder de nuestro país serian simplemente cándidos.