lunes, 2 de mayo de 2016

Solidaridad y asociaciones mentales


Todos sin excepción nos hemos movilizado por las víctimas del terremoto de Pedernales. En medios, redes sociales y conversaciones casuales aparecen adjetivos que impresionan, estimulan y adornan las jornadas de ayuda: solidaridad, unión, cooperación, humanismo... “Primados” por los duros estímulos a los que hemos sido expuestos, la situación de algún pariente o conocido, o por los mensajes y adjetivos que circulan, actuamos casi instintivamente.

Para ilustrar el fenómeno del “priming” o “primado” basta esta cita de Kahneman: “Si recientemente hemos leído u oído la palabra comer, estaremos temporalmente más dispuestos a completar el fragmento de la palabra ja_ón como jamón, que como jabón. Lo contrario sucedería si hubiéramos visto antes la palabra lavar. A esto lo denominamos efecto “priming”, que aquí consiste en que la idea de comer, da primacía a la idea de jamón, y que lavar prima a jabón”.
Las palabras que usamos para expresar nuestro rol en la tragedia que vive el país tienen un efecto que no es neutral. Menos lo es el efecto de los adjetivos usados en el ciclo noticioso o en el proceso humanitario, los eslóganes que aparecen en campañas más estructuradas, ni se diga de la propaganda oficial. Aun cuando son expresiones genuinas, su efecto no es ni gratuito ni neutral.
Nuestros entornos nos priman constantemente: existen culturas en las que se nos recuerda permanentemente del dinero, produciendo ciudadanos más individualistas; existen culturas que recuerdan y priman a las personas sobre la cooperación, la solidaridad, sobre Dios o el líder político de turno, con la omnipresencia de sus imágenes y mensajes. Cada cultura produce un tipo de actitud hacia la vida -incluidas preferencias políticas- y de reacciones hacia los fenómenos que enfrentamos.
Un experimento real sobre donaciones lo explica mejor que yo: la gente ofrece mayores aportes cuando se muestra sobre el receptáculo una imagen con un par de ojos que miran fijamente al donante, que cuando en su lugar se pegan fotos de paisajes.

Publicado en diario Expreso

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