lunes, 18 de marzo de 2013

Cambalache

Buitrón me hace acordar, me pongo burlón, de los pueblos no contactados. En su nota de Expreso de hace unos días, pone con desparpajo en evidencia que lo que sabe de periodismo lo ignora de teorías de la información. Y que estas últimas han evolucionado más rápido que lo que el quiere aceptar.

Más o menos, su tesis equivale a pretender que por el hecho de compartir algunas premisas comunes, ninguna de las distintas ramas de las ciencias exactas amerita existir. Como si solo debería existir la ciencia -en general. Y que entonces solo se debería enseñar -y aprender y ejercer- ciencia, como un cuerpo de conocimiento autosuficiente, prescindiendo de invertir tiempo y energía en las matemáticas o la física o la química.

Tan absurdo es el argumento que solo se niega. Dice Buitrón que todo periodista debe ser periodista de datos y periodista investigativo, por lo que -según el- no amerita pensar en promover las especializaciones sino en generar mejores generalistas. Pero no niega que sean necesarias esas distintas formas de hacer periodismo.

Y como lo pudiera negar si son justamente esas formas de investigación y periodismo las únicas que dan lugar a proyectos y emprendimientos sostenibles hoy en día. Serían innecesarios los principales proyectos de The Guardian, del FT, WSJ y NYT. Serían insensatos Bloomberg y . 

Si no lo entendí, me debo excusar. Ha de ser culpa del lector. Y hoy, me entero, lo acaban de despedir de su responsabilidad como editor de un importante medio.

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