Encontré esta receta para evaluar el 2016 y ver con otros ojos la campaña electoral. Empezamos preparando tres baldes con agua de diferentes temperaturas: helada, tibia y caliente; metemos una mano en el balde de agua helada y la otra en el balde de agua tibia. Transcurridos algunos segundos, las sacamos y las pasamos en seguida, cerrando los ojos, al balde de agua caliente.
Resultado: la mano que pasa de helado a caliente se quema, mientras con la otra solamente experimentamos un ligero cambio de temperatura.
Esto pasa porque nuestra mente funciona en términos relativos, contextualizando nuestras experiencias para darles sentido. Sin importar lo que dice el termómetro, el agua caliente está “que quema” para el que antes tuvo su mano en agua helada y solo “un poco más caliente” para quien antes la tuvo en agua tibia. Asimismo, sabemos que el paisaje político ecuatoriano es hoy distinto al de hace diez o veinte años, pero como los cambios no se dan de golpe, seguramente nuestra apreciación a diario es que todo sigue más o menos igual. Un efecto parecido al que experimentan familiares o amigos cercanos que crecen o envejecen sin notarlo, hasta que un día, viendo una vieja foto, se dan cuenta de cuánto tiempo ha pasado.
Los negociadores, políticos y “marketeros” saben que los pequeños cambios, como lo muestra el ejemplo de los baldes, son menos perceptibles y por ende más aceptables para sus interlocutores que el salto abrupto del frío polar al calor tropical. De allí que en sus desafíos más complejos crean poco a poco las condiciones y se esfuerzan por proponer el marco de referencia con el que sus interlocutores no sientan quemazón.
Es por estos días que todos andamos buscando una referencia con qué evaluar el año que estamos terminando. Encima, por la campaña electoral, los políticos quieren posicionar un año, un periodo o una idea de referencia que enmarque el pasado y el futuro, bajo el prisma más conveniente para cada candidatura. A mí me sirve este juego de los baldes para saber cómo funciona la mente, evaluar razonablemente mi 2016 y evitar que me sorprendan.