El plazo del legislativo para hacerlo es de un mes justo alrededor de fiestas de Quito e incluye Navidad y fin de año. Sin duda un momento de poca atención ciudadana a los asuntos públicos. Por ello sensible. Si se cumple ese plazo y al inicio de enero están aprobadas las enmiendas, con ellas algunos artículos de la constitución habrán cambiado. Parte del debate público actual gira en torno a si se trata de artículos que cambian de fondo la institucionalidad del Ecuador. Está incluida en ese listado -no sin polémica- la reelección indefinida de autoridades como una nueva institución para nuestro país.
El día de ayer la Presidenta del Legislativo ha abierto ante sindicatos la posibilidad de que se eliminen partes del proyecto, como la enmienda que modifica derechos laborales que están consagrados constitucionalmente en la actualidad. Ver nota de prensa.
A mi me llama la atención que, en medio del nivel de crispación político que vive el país y bajo el paragua del "Diálogo por la justicia y la equidad" propuesto por el ejecutivo, G.Rivadeneira se embarque en un ofrecimiento asi.
Si los apistas con el Presidente a la cabeza están dispuestos a eliminar un artículo de enmienda (el de derechos laborales en este caso), los observadores y particularmente la oposición podrían en principio y deberían por analogía requerir que se eliminen otros artículos a enmendar; por su lado el gobierno no podría decir que existe una imposibilidad general para hacerlo.
Por el tipo de argumentación que habría sustentado el ofrecimiento según los reportes de prensa, esto es, la simple reivindicación sindical en un mitin, me pregunto si es un mensaje. Quiza no lo es, o quizá no fue ni siquiera a propósito, porque haber sacrificado a estas alturas una pieza del ajedrez político de AP -como la apertura a descomponer las partes del proyecto de enmiendas-, coloca mucho más claramente sobre la palestra el debate sobre si debe ser excluida tambien la enmienda sobre reelección indefinida, la más polémica de todas.
Por el tipo de argumentación que habría sustentado el ofrecimiento según los reportes de prensa, esto es, la simple reivindicación sindical en un mitin, me pregunto si es un mensaje. Quiza no lo es, o quizá no fue ni siquiera a propósito, porque haber sacrificado a estas alturas una pieza del ajedrez político de AP -como la apertura a descomponer las partes del proyecto de enmiendas-, coloca mucho más claramente sobre la palestra el debate sobre si debe ser excluida tambien la enmienda sobre reelección indefinida, la más polémica de todas.
Debo suponer que esa no es una intención, pero es a tal punto curioso que se produzcan ofrecimientos como el de Rivadeneira que uno empieza a dudar.
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