domingo, 3 de febrero de 2013

Mal ejemplo

Dos ejemplos en la prensa del fin de semana desdicen del destino optimista que algunos queremos pensar para el periodismo. Desdicen porque hablan mal de la prensa, porque son un mal ejemplo de prensa. Y los dos esta vez son de la misma empresa periodística.

El sábado, El Universo brinda importancia a una nota periodística supuestamente de EFE sobre las declaraciones de un arquitecto portugués. Si, el arquitecto ha hecho trabajos junto a un reputado colega. Pero, por más grandioso arquitecto que sea, no representa nada más que la visión técnica de un profesional de un país de otro continente. Mañana, si no se busca en medios especializados (y esto es, pues Google no reenvía a ninguna gran referencia del tipo), no se encontrará nada en medios masivos que haga pensar que su vocería amerita ser conocida y seguida por el público en general. Ahora, como una parte  de sus declaraciones tiene relación con la agenda política y particularmente con la agenda mediática ecuatoriana, con pompas y réplicas se publica el titular "Suramérica va hacia otra burbuja inmobiliaria, dice arquitecto portugués".

La evidencia es que, el texto del artículo habla de muchos temas y argumentos ténicos, que trascienden la referencia a una posible burbuja, y que son escondidos detrás del politizado titular y de pobres citas y escaso cumplimiento de normas periodísticas. Se publica la nota por el impacto político que esta puede tener. El medio no aporta otros elementos de juicio al entendimiento del lector sobre la preocupación que propaga el titular. No incluye reflexiones de economistas o políticos, que bien hubieran sido recibidas. No acredita quién es este arquitecto para que amerite leer sus reflexiones de política económica, ni que tiene en juego para intervenir en un debate tan serio. En cuanto a los riesgos de ciertas economías para producir burbujas hipotecarias, simpáticamente, lo que el Arquitecto Castañeda dice de América Latina, defendiendo a la vez a Asia (al menos según lo citan), otros lo dicen justamente de Asia. Todo eso queda para nutrir la ignorancia de un lector al que el medio dice pretender informar.

Hoy domingo, El Universo publica una nota sobre los métodos de escrutinio que aplicarán para la asignación de escaños en las elecciones nacionales de este mes.

Leí la nota de casi página entera con interés, pues la materia es compleja y el desafío que parecía haber tomado el medio es venerable. Los métodos de escrutinio son complejos de comprender incluso para los expertos; sus connotaciones y consecuencias son objeto de mucho debate y permanecen, por lo general, como temas oscuros para el público en general. Enhorabuena por El Universo que busca explicar algo así a sus lectores.

Sin embargo, no encontré ninguna respuesta. Toda explicación era incompleta o equívoca. Toda sin excepción. El autor de la nota hace maromas para redondear un texto que parece tener una o dos preguntas claras que responder, pero no responde a ninguna de ellas.

Vamos, seamos sinceros y censuremos este tipo de cantinfladas que poco aporta a la comprensión generalizada de un tema tan importante. "D’Hondt aplica una fórmula matemática de divisores continuos (1, 2, 3, 4, 5, etc.) que reparte el total de votos recibidos por un partido o movimiento (entre sufragios en plancha y personales) para el número de escaños de una jurisdicción.

En el de Webster la fórmula matemática divide la votación total para números impares (1, 3, 7, etc.).

Este [nota mía: ¿cual es "Este"?Se asume que el último citado] sistema es considerado por analistas y dirigentes políticos como “concentrador” porque otorga más curules a los partidos o movimientos que capten la mayor votación, tanto en plancha como voto personal [nota mía: ¿y no es eso lo que debe repartirse?¿Eso causa concentración?]. Esto porque ambos son sufragios válidos que se suman para definir los escaños [nota mía: ¡genial!]"

El texto, a pesar de ofrecer citas y varias opiniones, solo permite coincidir con una opinión, la que se forjó el periodista en algún momento que no se explica al lector, pues nada de la retahíla de citas y referencias provistas contribuye a explicar o sustentar lo que queda solo como un prejuicio en filigrana, desconectado de todo lo que la nota cuenta para supuestamente sustentarlo.

Creo y recomiendo para la próxima que el periodista resuma y proponga al editor poner en titular y como sustituto a todo el espacio impreso desgastado, el único par de frases que parecen relevantes y objetivamente útiles en toda la nota: "Si un elector de Guayas sufraga en plancha en la lista provincial, está dando cinco votos directos para el partido al ser cinco los candidatos, pero si elige cinco aspirantes de entre distintas listas, otorga un solo voto para cada partido.

La agrupación que más sufragios aglutine en las dos formas logrará más curules."

Pero como esa afirmación deja aún por afuera el aporte de los métodos de escrutinio, para quienes tienen duda sobre lo que tiene como consecuecia uno u otro método, la verdad es que todo se resume a variantes de distribución estadística.

Uno (Webster) es más proporcional al repartir los escaños en función de votos, generando una repartición que podría graficarse como una escalera de escalones regulares. El otro (D'Hondt) reparte un "premio" a las listas que más votos han obtenido, generando un resultafo que se graficaría más como una escalera en la que los escalones de más arriba son más altos y los de más abajo más chiquitos. Aquí una nota de Ecuadorinmediato que sin ser exhaustiva, explica mucho mejor que la nota de El Universo, la operación del método Webster.

Aunque estos dos se cuentan entre los más populares, existen muchos más métodos de escrutinio.

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